Punto Final.
3.11.08
Ostras Ocas e iones
pondré a rentar un alicate para frotarse el cuerpo con la tina y después embarrar de falos la nota abierta que me han dejado bananar en el umbral de las colillas del tío Garro.
No más que la pérdida se me antoja procrear un tálamo y un secuestro de rodillas. No más que conversar con la muralla y tiene dedos en el pelo y palabras en las manos que dejar.
Lamento la iluminada frita que les saca de argumentacion a sus enojos y después se regocija con la cola y acción matutina que le permite enarbolar la chabacana frase "no me dejes sin semilla, papá".
Por la noche se le deshaucia y conviene tribular si el fracaso provino de la memoria o de la convención ajena. Podría combinarse en tres o cuatro frases de despiertos cráteres y dejar de farfullar que las pasiones no instintivas se llevan de la mano con la ocular asíntota del atisbo flojo y tu lunar aspecto.
Me pides que me ponga de posición copular y después el ronroneo de tus piernas pierde el trino y se sacude la rodilla que, aislada y nominal, no se pierde, pues no lleva más que conejillos por debajo de las rodillas.
Me escribiré una nota gorda. Quizás después me dejaré de permanentes y oráculos y podré proceder, campo en tierra, a la revolución ígnea de las suposiciones vanas.
Cuento.
9.10.08
¿Cómo llegué hasta aquí?
Sólo escribe: pone la palabra siguiente: ala, nota, prensa.
¿Soy permanente?
Apenas si d.e.l.e.t.r.e.a.r. mi nombre puedo.
Y olvido que escribo. Corrijo.
E y SC corr RIBijOo
2.10.08
Enviado por la dirección de Caza de Letras
llega una contribución alienada que ha sido enviada al sitial de los desperdicios:
Es timada Xemióptera (¿O lo seremos los demás?)¿Por qué y cómo desaparecer en el olvido?Escribir un texto que explica lo que es es como explicar lo que uno hace: escribo. escribo. escribo. Y es que cribo. Y es que que cribo. Escribir, ¿tiene un sentido final? ¿Para quién es esa historia, salvadora de las ilusiones de las sombras?¿Por qué la necesidad de otorgar una visión del mundo limitada?cito:-Hay veces que nuestros miedos internos son tan grandes que preferimos disfrazarlos antes que acabar con ellos.¿Por qué limitas la visión periférica de la existencia?¿Por qué invitas a tus tíos a negociar las deudas en el ocaso de la luna llena?Yo te envío el comentario. Yo, que no te conozco, excepto a través de esa historieta.¿Sólo porque haces uso de la metáfora y la sinalepsia y la acupuntura en el escrito subsecuente?Hacer metonimias, hasta los anuncios de CornFlakes.Hacer historia, en las escuelas.Hacer literatura, en casa.Aunque nadie lea eso que se escribe.Por cierto, ¿Viste que este comentario está guardado en el blog no oficial de www.cazadeletras.blogspot.com ?
¡Graccias por la ccorrección!
1.10.08
Primero...
23.9.08
Medio Meddlio
Publico.
Luego adjunto.
17.9.08
Por lo Bistro
Basta de entablar conversaciones con el hijo del ajo. Por lo visto, no se han enumerado los peces, sino que nos han prohibido martirizar a uno que otro acupunturista con nociones de tiempo y espacio. Por el contrario, nos han reanudado la conexión al globo terráqueo y es sólo gracias a la estructura de calles-callejones-noviciados que se puede hablar de manifestaciones culinarias como el San-Which, o el San-Daniel. Por lo prontonos han llenado de medallas y no basta con complacer al ave Fénix de que cruce su instinto con el de la biblioteca: por el alma se le escapa el pasado y yace,alegórica y ensimismada, como logotipo de un cartón de cervezas. De ahí su inmortalidad.
¡Que alguien me ayude a entender este desastre! Piden las autoridades, y en el cambio se les ofrece una cuenta discreta y un puro habano que les incluye coloraturas abnegadas y sincréticos pasillos por donde husmear las calificaciones. Escribe para escribir, me dijo el señor Pasado. Aquí le abrimos la puerta al gobernador del homúnculo y le permitimos poseer conocimientos que no por parecer ilógicos están fuera de contexto. Por el contrario: escribir y manifestarse como contracción de la cultura no es negar la relación existente entre un amarillo camino y un amarillo canario.
Por lo que a mí respecta, habrá que componer en do la felación que le han otorgado al papa y sus secuaces. Entre tanto forastero, han llegado a nosotros dos y tres noticias licencioas acerca del comportamiento del perro callejero y sus inconclusas fauces. No soy de quienes intentan establecer un juicio de valor. Tampoco soy capaz de enumerar hechos. No puedo convencer al público ubicado en la cabeza de que existe una historia clara y contundente como la raíz que se escappó de mi pecho hace cuatro días o como el pasado mañana como forma gramatical imperfecta.
Se le atribuye al investigador privado la selección de contribuciones: existe un mecanismo de selección y filtrado que permite la inclusión-exclusión de la palabra siguente dentro de la secuencia. Ilógico sería pensar que escribir es un mecanismo aislado. Por el contrario, establecer la relación entre lo anecdótico y lo categórico es la extremaunción que se le fustiga al chile y se embarga de oraciones como si tuviera resquicios de taller cinematográfico o de alusión al segmento de lo vano.
No puede hacerse ilusiones el pescado: a lo mucho, debe contraer sus músculos y convencer al primer ciudadano fructífero de que la lasagna no muerde por debajo de la almohada, o que convencernos de pasar el rato por encima de un cable de acero no es más convincente que notar en el paladar la sensación que encubre el helado de vainilla o la palabra "Cansado".
Atiborrar de excremento el estante tampoco es otorgar confusión suficiente: todo el conocimiento a un clic de distancia. La nota no se advierte en el cuello. Por el contrario: obliga al compensador a segmentar el prosaico amanecer: integrar los pedazos de la vista aislada: denominar el sol, la motocicleta, la arena, el lodo, la cárcel ilusoria y los demás pensamientos que trascurrieron a lo largo de un bistec encebollado. Junto con la dieta se le atora el cuello y basta ya de enfocar la atención a los objetos distantes, se dice el juez.
Denominar la voz es contar con el cuerpo: con el regreso de la inmediatez a la profundidad del ser. Más profundo: epidermis. Más profundo: arteria. Más profundo: tuétano. Mas profundo, átomo. Más profundo: la lógica: secuencia de pasos esperados para remover el instante creativo de su resquicio de destello informativo. La creatividad es un estero. Tampoco sirve para englobar las nueces debajo de las sábanas. Apenas si incluye territorios marítimos y debajo de su sombra se les acondiciona para verse como un estampado de hierro o un detractor ambivalente acompasado en la espera.
Gracias a Dios que existe.
3.9.08
La toma del Puro
Despierta. Así como la luz se relaciona con la vocación uno advierte lo que será ignorado. Es más. Hasta la voz. El callo no se siente sólo sabe que será, pendiente de ser mí.
Hasta la corpulenta voz se escapa.
Y la razón se llama oración.
Quema, quema, organiza las soldaduras en el espacio sideral.
Conveniente. Incluso se revierte si uno se divierte en la fase lunar.
Entre las canciones uno implica, beneficios en la moneda y después se le convoca coleccionando la ornamentación del buque sentimental. pues hasta la colonia se advierte marina, y el comentario se rellena de salvado.
Distiende o atiende. El número de veces que la guitarra repite la postración del loco en su disfraz efímero. Locución abierta. Nomenclatura binomial. Desprende el orgasmo de su satisfacción inicial. Ahora, compensado por el índice de acoplamiento, canta y se renueva, como implorando a la cena que se localice en paz o se inviertan los papeles para mejorar la alegoría que tantas ocasiones uno compulsa contra el paladar abierto de la serie dos y quizás el arrullo no sea acoplarse, sino apenas rodar, como piedra en el estero.
27.8.08
Cleggo Corporal: vis a vis - taso
Descanse en paz. La voz se rompe en par. Deshice la coloración hasta el sur. Y el nombre se apareció como si fuera maldito iniciado o corrupto en el momento preciso de la razón binomial que se parece tan sonora a la laceración del lacre.
Desde que la canción se deshizo de sus primates, la caricia no adquiere premonitorias sacros, sino que se adhiere a la anunciación decretada a la misma María: El enfoque será desquiciado bajo el trino negado por la cena...
Verán los prodigios de la secta bancaria que le incumbe ante la persuasión de que la lagartija y el martillo no son sino paladares ecuánimes del propio sacramento: se le compensa porque lleva una pata de palo y después intenta proceder de mejor modo como si tuviera disfraces y cuerpos cabelludos en el lomo.
Hasta el volumen baja y la consumación del largo acrónimo se limita a la posesión infame de aquello que le conviene: morder a su vecino, ignorar a su cambio de velocidades o sustraerse en el tramo anecdótico de su precisa mención.
La nota termina.
22.8.08
La decoración del instante...
Hasta la fijación llueve por debajo de la nariz cuando se salva el eco de la voz agujerada. Toda señal se advierte negada una vez que se le solicita su propia abnegación y necesidad. Nada transcurre salvo que el día se convierte en sierra y la boca se hace a sí misma trizas bajo el lomo del sabio señor Cadmio, quien nos incluye en las penas propias de quienes han nacido bajo el signo de Aries.
Un indocumentado se encuentra presente. La boca se hace agua en el cazón y la segunda fase es instintiva: Habrá que invertir el proceso de producción. Un arma no se descuenta sólo por no necesitar de su propia mano. Advertencia y señalización: el objeto se mueve por la propia aplicación del freno en el espectro vital de su memoria. Un adusto negador se coloca la sangre en la raíz y piensa, de pronto y de nuevo, que con integrar una ecuación lineal le sería suficiente para insultar la controversia del pasado con respecto a su segmento o la firmeza de su raciocinio.
Para la vista existen inmensos batracios que se alimentan de, a saber, corpúsculos en forma de onda abnegada y saturaciones de licántropos en la guardia real.
Lo conveniente a saber sería si el día de la aplicación del freno, el sobrio tuvo o no que distraerse con el proceso mismo de la creación frugal.
La aplicación de la pena se hace presente.
El tallo no incluye señal. Apenas si se advierte a sí mismo golpeando las teclas de la mañana. El vaso de leche le concluye: Es un ser racional y racionado.
Sintoniza los controles en dirección hacia el Sol
Renueva mi lente. Desnuda la carne en la copulación. Revisa la sien. No vayas a temer por la vista o el desprecio del canto o la nación. Por la pena se le adhieren los celos y después involucra a sus relaciones para contraerse.
Donde la loma se pone a versar, existen remilgos de sulfuro y solar. Raciones perdidas de llanto y azar. La peste encendida me marca en la sal. Mira cómo descubres la sed en acción. Contuve las lentes y puse canción. Después de alimentos, de plano y velorio. Asíntota rota en el pantalón. Instante creativo de casas de león. Rotunda simiente se va por la atracción. No renuevas la tardanza en florecer.
Así se dicen los incautos: soy una vela. El transporte es mío. La cena no se advierte en el primero de los sabuesos. Soluciones hay mmuchas, pero convertir a este mono en cristiano es una súplica para el favor.
No me mires con las cejas encorvadas. Se te para el lenguaje y después me trino a pesar de mi nacimiento. Soy una fecha: un momento en el espacio. ¿Me ves?
Colecciono estampas de Santos y registros automatizados de niveles ennervantes y prosaicos. Por el arco no hay nación que se incluya con más pesar que aquella que le recuerda: ¿Será el desnudo? ¿Podrá ponerse en acción?
¿Venderá la nación con su impecable monotonía?
¿Gobernará el Cuerpo de Cristo con su lengua?
¿Se pondrá Sacristán entre la mordedura de la serpiente y el nombre repetido?
La necesidad le indicará el espejo. Se tendrá que molestar poco menos para que la impaciencia le arroje la distancia perfecta: la nomenclatura diseminada que le halle en estado emocional divino.
La muerte le llega sola. La convención es ilusoria.
El raciocinio se lamenta por la conversión de su cuerpo en aro. No te creas: la experiencia en línea requiere de ser más ajustada a la inversión que a la anécdota. Vale el punto y coma. Sea el guión.
15.8.08
Multílogo Matinal
Definitivamente existen conocimientos tan intuitivos que su explicación, inevitablemente, resulta en un ridículo semántico: un atropello al uso de la lengua y una íntegra desolación para quienes gozan con la caricia de cada letra.
Ejemplo:
Higiene Dental
Higiene de dientes ubicados en la mandíbula superior
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo molar derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer molar derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo premolar derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer premolar derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el canino derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo lateral derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo central derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo central izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo lateral izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el canino izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer premolar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo premolar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer molar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer molar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo premolar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer premolar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el canino izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo lateral izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo central izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo central derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo lateral derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el canino derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer premolar derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo premolar derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer molar derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo molar derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Higiene de dientes ubicados en la mandíbula inferior
Cepillar horizontal y verticalmente el tercer molar derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo molar derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer molar derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo premolar derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer premolar derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el canino derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo lateral derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo central derecho, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo central izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo lateral izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el canino izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer premolar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo premolar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer molar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo molar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el frente)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo molar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer molar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo premolar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer premolar izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el canino izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo lateral izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo central izquierdo, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo central derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el incisivo lateral derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el canino derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer premolar derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo premolar derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el primer molar derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el segundo molar derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
Cepillar horizontal y verticalmente el tercer molar derecho, diez ocasiones seguidas (por el reverso)
¿Deberían transcribirse, asimismo, los diversos pensamientos, imágenes, metáforas, segmentos, colecciones, diseminaciones que transcurren mentalmente a lo largo de este matutino proceso?
14.8.08
7.8.08
Cerca del Fin
Reproduciré los datos de una nota al margen, para que los ciudadanos posean el sitial adecuado donde convencer a sus espíritus de ser efímeros y buscar la gloria en sí.
AV DE LOS ARCOS NO. 62 INT 202
QRO. QUERÉTARO MÉXICO
RFC: GEY0611157B3
TEL. 229-13-18
VENTA T001/2839 FECHA 07/08/2008
MESERO: ALEX BARRA SALA 1 MESA 13
(...)
IMPUESTOS INCLUIDOS
*** GRACIAS POR SU VISITA ***
NOTA DE VENTA SIMPLIFICADA
El gobierno de lo efímero es lo de hoy.
Lo dicen hasta en la tele.
machacar es procrear, dicen los sabios; quizás por eso se han recorrido tantas distancias desde un pastel de fresa y hasta la memoria aguda de los comensales.
Por lo pronto, el recorrido advierte su categoría numeral: nomenclatura, significación y platillo.
Con versar debería ser sufi siente
31.7.08
Recurro Inconsistente
Inclusive quienes, con ánimo de convertirse en diábolos o urnas se lamen el alumbrado público en el armamento fatal del conversor, deben falsas alegorías al triunfo de la huella por encima del esqueleto.
No halla más que hablar, y con el compulsivo interés compuesto se inventa el propio sacramento, gracias al cual se obligará, incauto, a realizar la corpulenta saciedad de un tramo vendido.
El lamento no cuenta y, por ello, no se traduce como si el escritor fuera se le accediera y negase el adiestramiento por la mano derecha: el divino jugador aislado se llama Pedro, y conmemora la muerte del civilizado ciudadano que se ha aparecido por debajo de las agujas y el miedo sencillo.
Como si aconteciera debajo del almendro, capaz de convenir a sus más vagos intereses, se lamenta en despacio vigor con la complejidad del canto, y la conejilla adusta se incrusta en el austero follaje, desde donde nos mira, abierta y sencilla, por debajo de su asiento comprometido.
El hambre se calienta de vez en cuando y el valor ínfimo de la saciedad gobierna adecuadamente el primero de una serie: el calambre marino y direccional: la pregunta:
¿Podré dirigir o gobernar este barco negado?
Pensamiento: La noche de Torquemada: Teatro:
Me lamento por no haber reído lo suficiente; sé que de haberme enrollado más en tu lengua se te habrían caido los dientes, pero por ahora es vago el nombre y las colecciones se llaman a sí mismas corregidas y enlatadas: se me ha dispuesto gobernar el canto con paladar adusto y por eso se me encoge el hombro cuando sueño o el llano se llena de imágenes desasidas de un gobernante ínfimo: me lamento porno haber leído demasiadas veces la propia nocturna fase de angular espectro: me adhiero a quienes anulan con el índice la sinrazón efímera del traslado de cuerpos: allí se recuestan los incautos y por debajo de las sábanas se les tuerce el cuello a las Narrinas: que de allí eran sin embargo, pues el odio me ha disfrazado de hiena y el conversador fugaz se torna maloliente cuando se le retribuye, por el espectro negado de su pulcritud, un timo ignorante y dispenario por el roce prosaico de la vaguedad sopladora.
No se me imbuye de categorías, pues el sacerdote se huele por debajo a nariz conviene.
Ahora el antiguo se deshila y el comienzo brota desde la comprensión más vana de lo acontecido: se mate el pay de vainilla o no, el compensador habrá de manejarse con silueta.
22.7.08
Procreación diseminal
Abierto se encuentra el camino entre las llagas abnegadas y el golpe certero que invoca tiernamente el disfraz pesado de Batichico que se ha forjado con herrajes prematuros en el camión de enfrente.
Mas no por mucho magullar se esparce más de plano, y el comentario pierde validez en cuanto la casilla es llenada: el bloque marmoreo traduce espectacular el cambio de pantalla y la bandera tiende a remojarse en té negro, tal y como si tuviera su justicia enlatada con el primer Iago marino que viene a rememorar la pulpa en sus primeros zaguanes.
El hombre adhiere a sus pies la corpulencia y suspende, tal y como se nombre a sí mismo gavilán o cáñamo o remarido o controvertido o sectorial hasta la malla que invoca y precisa en su frustración indolente. Actúa por debajo del camisón y conlleva en la huaracha el ritmo sincrético que le dará, por un lado, ambidiestras sorpresas entre sus remanentes funcionales y, por el otro, nacionalidades vagas encomendadas a la recreación histórica del vano pulcro. El silueto se arma de valor y cansa, de vez en cuando, la mirada: hay quienes piensan que
adgfuggmhdudl fkdldfkgb pspsek fnxzñzs kopweound
equivale a:
dos enchiladas ilusorias de encadenamientos adustos
y equivale a:
incólumes pasos pulcros bajo la sombra del cientocincuenta
y equivalente a:
no ha zancadilla más oscura que un arroz en ocho
¿Yoko?
Nolocreo me ha informado que Ygnoro se ha vestido de gracia para promover a senador la licencia de funcionamiento del primordial guerrero: después de espolear los callejones, el asado es lo dejado. Como si. Uno. Vano. ¿Palabré? ¿cuándo?
¿Existen y comen tarios?
Sólo por cuestionamiento efímero, se me atraganta el calentador de paso.
11.7.08
¡Ay desgraciada mente!
Para quienes se escabullen por entre los desafíos, sépanse que la mejoría individual no proviene de la fusilada entonación global, sino de la adecuada mensajería del tono; disímil o compasivo, el despertador vino a recordarnos a todos que la desesperación apenas tenía final; mas el acostumbrado paladar se sobrepone a la angustia floral, y el gobierno del cambio funciona, como la sección desdoblada del color verduzco, a la perfección amorosa bajo el sol que canta.
No puede ser, entonces, que con la pena uno se establezca como su antídoto: así hacen solamente las supernovas y han generado espacio vacío; tanto, que hay más espacios que palabras en este breve tránsito; ¿o existe la misma comprensión a través de lo que pienso?
Desgraciada mente que invoca serial mente o proporcional mente o cumplida mente que indica: el camino es allá: el aminoácido es allá: el camino ácido es allá: señalamientos y conversaciones ignoradas por el procreador vacío del lingüista primordial.
¿Es la calendarización de ornamentos la primera razón por la cual el alfanje discorde provee elucubraciones marinas cuando el comendador se adhiere a la piel un trocito de bambú?
¿Han incurrido en blasfemias los proveedores de agriculturas más iridiscentes que el llano anecdótico de lo cierto?
¿Poseen glóbulos blancos si el comienzo de las pasas no se ha iniciado esperanzado en que la remembranza de un subrepticio final sea cierto?
¿Alguien ha pasado por Alto?
Como una respuesta y eructo; pues nada hace tan mala digestión al esfínter que un pretendiente inclusive; o la llanura se levanta en ti nieblas, como corre o actor destilo.
Aficionado, sabe que las rondas alimentan cumbres sacramentales y sobreviven solamente debajo de los peces y la escueta voz marina.
El hado de frambuesa.
4.7.08
No me he cumplido
Doble paso y se advierte un nuevo volumen: el decreto ha sido pronunciado por los aldeanos y, vago adherido al cuerpo, invoca las colaciones matutinas para prometerse un mejor abuelo. En cambio, si se tuvieran disecciones informativas, la compensación debería ocuparse de los primeros abismos, de lado y de cojo. Adusto se vara y coloca. A través de la población uno puede darse cuenta de que existen incólumes patos en la diseminada isla. Allí acostumbran a mezclar el arroz de todos los frijoles, más puerco que efímero, y más vago que con calendarios aztecas.
Por lo visto, el hombre incluye primeras invocaciones. Se excluye en la principal nota de abnegación discordante y vuelve a rememorar el orden primigenio en el que se vio nacer. Así, resuelto al llanto, adquiere principales nicotinas, gracias a las cuales llorar establece el cúmulo de placeres que le gobernarán en el vago peso. Discurso vago. Anécdota marina. El yacer entre los dedos no advierte nuevas emociones; de hecho, inculca la premonición y le pervierte, debajo de las axilas, hasta que el primer balón se le escapa por debajo del asiento.
Dobleces. Se trastoca y yanta. Excluye mientras adhiere primeras voces en el ritmo prosaico de la llamada "frustración", y debajo de la lengua pronuncia el leve goce con el cual ha desvanecido al sueño: Coca-Cola, advierte, no ha pagado su anuncio en esta sección; y sin embargo, aparece; ya ha aparecido; apareció, sigue presente hasta que se le olvide.
¿De cómo influye la cena en el tratado de libre comercio? La relación es directa: acontece y se disuelve en primordiales trinos. Uno obtiene por qué escaparse, y con la población indígena vuelve a rumiar su desconectado cauce de marítimos profanos.
Incluyo el adecuado, pues lleva alas en el desierto; y después de haberse olvidado de cargar el paño con sus dedos, no queda más remedio que Anfetamina.
Anfetamina, digo y lago.
23.6.08
ex preso
El llanero se adjunta los primeros tiempos y debajo del camisón floreado recubre asimismo sectores y campesinos en el hallazgo numencial.
Cada vez que asemejo la página se me advierte que los frenos no son convencionales y que la ruptura es perentoria, siempre y cuando la alegoría tienda a distraerse de la memoria fugaz.
Desde la trinchera en la que el gavilán ha parido, los ornamentos distantes tienden a rememorar las partidas de dominó, en las que cúmulo y conexión van engarzándose para procrear diestros, debajo de la cera y defunción prosaica. La palabra vacaciona:
Anfibio prosaico veraz anecdótico pulcro simiente negado último paso denuedo marino corsario jalado empalar incauto gobierno sacerdote hija grupo acera distante jovial lleno adiestrado muerto hacinado falocuente viernes suburbio ignoto marciano silueta adormecido llana prosaico gobierno sabihondo gubernamental tirante de la falocracia se advierte su primer libro intitulado.
Es demasiado bisonte si cree que los rembandt son capaces de sustraer la piña del adiós. Uno tiende a memorizar las categorías y se pierde bajo las faldas de la sulfura.
Abismo silueta: aconteció de pronto que, debajo de los anfibios solitarios debía de engañarse a los forajidos, de modo que debajo de las lagartijas suenen los pantalones prosaicos y sensoriales, donde las caderas silenciosas van animándose lentamente a yacer en el cago nota usada en mano de extranjero a cambio de montículo terrestre en abismo sofocado. Adinerado solicita manicomio para proceder a la configuración del universo. Alomaníaco indulta postres en el salón de belleza. Mas sin en cambio, corrige esa falta de ortografía y se advierte a sí mismo que será o no poluble, cual anagnórisis seleccionada en el falo nombrado como si uno fuera dos y el marinero se hubiera lamido los pantalones sin embargo.
Acabo de nacer. Necesito agua. Huracán.
14.6.08
que rímel
Así como tienes vacíos los labios, quizás no me adentres en más de un ocaso; pues cuando los llanos se cansen de verme, aquí me tendrás, avistado y amargo.
Si con tus torpezas y los malecones, así los disfraces, las breves canciones; acuso al lago,por ser ignorado, y voy por los lados, soñando despacio.
Si ves que remonto, los labios redondos, será que desplaces los oros más altos; y cómo sin huellas, y sin firmamentos, podrás comenzarte, tal vez englobarte.
En cambio si tienes, vacíos los cuellos, las penas, los altos; las ígneas preciencias, fascino el pasado, y canto al remanso, pues no desplacemos, los vagos nonatos.
Y sin comezones, ni vagos punzones, inflaste la gorda, con vasos pinceles; adiestro cincuenta, abierto soy prieta, y sin comezones, ni malos azotes,
descubras en lado, en mando nonato, que vago y amargo no será más plazo.
12.6.08
Por su ocaso
Ninguno de los cuellos puede ignorarse si se tienen cuerdas suficientes para ahogar a los presentes. De cualquier forma, pasados y futuros son posibles sólo cuando la taza se derrame y lluevan camarones al ajillo en tropeles o siluetas precisas que, de tanto rememorar las esporas, ahora pueden ignorarse con satisfacción y proporcionalidad de curva asíntota.
El enfermo se desliza por los pasillos y provee a sus miembros una razón lo suficientemente cabal como para permitirse intimar remembranzas a la discresión prosaica que se tiene en noticias del doce o el cuarenta y cuatro; o bien se llamaron los canales con nombres y ya uno elegía al azar las palabras para que fueran llamados los impulsos refrenados al unísono.
Descubrí que debajo de los alerones existen unos pequeños infartos que tienden a estirare cuando se les hacen preguntas relacionadas con la cultura griega. Al menos se tienen noticias de que, al momento de embarcar lo suficiente, aparecen espasmos en las aceras y ya el cuaderno es rayado por debajo de la espuma cuando convierte su ritmo sacramental en juego y conversación en garra.
El presidio invade todo su cuerpo; lo adjunta en un archivo .jpg y le advierte que será mostrada su identidad abnegadora contra la pena que le prescinde y mucho antes de que el mantel posea paladares obstruidos o calendarios ignotos.
El remontarse a la previsibilidad incumbe sólo a pocos sin embargos. Mas la cena es basta y el columpio lejano. La pobreza no es una trattoría y, si se le pide demasiado corazón a la cebolla, tiende a desgajarse en tiempo antes de que le retumben las aceras y se le caiga el queso en las encías. De ahí que las agallas se cocinen en bolas de manierismo, lejano como la verdura, y concreto como la pizzicalla.
Él rompe adustos retratos y le muestra que será ilegible pretender comprenderse si se suben todos a la moto al mismo tiempo; de que el orden de las cosas sea sagrado o fundamental, habría que agrandarse con pienso y metralla.
He ha dicho.
Y concluye:
9.6.08
Administración y Sacro oficio
Sin que la nota sea demasiado colorida, el controversial siniestro se le pone de rodillas a la legislación y, gracias al posible cerco animal del turbio septentrional, puede decirse de sus rodillas, o de sus gaviotas, que no por mucho liberar las nueces un tigre puede acelerar el curso de la llamada a misa. Por favorito.
En cambio, si se le compara con el pertinente, puede iniciarse una reacción en cadena lógica de pensamiento que huye, gracias a las colaboraciones del mismo soplo cardiaco. Con calendarios remotos se han vestido de ornelas y, en el pésimo gusto de proceder a nombrar las cosas como dominós o rapés, incluye frustraciones fundamentales que no podrán lamerse sin que antes uno de los dos navíos proceda a remembrar el turbulento fastidio que le incineró la infancia.
Gracias, así, al subrepticio iluminado que ha de esclarecerse en cuanto la bruma le sea favorable al ciclo solar, se le adhieren algunos pececillos en el entramado y procede, sin que se le diga si es o no suficiente, a rememorar, por decimotercera ocasión, la línea que ha practicado con ahínco y sección izquierda: incluye fotosintéticas tablas y procede a agrupar en simios los primates de los carromatos, y concluye, innecesariamente, que ya desde antes.
No se pondrá, entonces, demasiado sincero, sino que proveerá un alarido constante frente al gris oscuro, que le parece afable, siempre y cuando.
Así y todo, se podría decir que. Sin embargo.
Pero.
Salida de emergencia.
3.6.08
Remen Brazas
Por la misma avenida, el hombre se cuelga debajo de sus instintos y deviene en mecanismos o efluvios sacramentales, tiempo antes de que la convivencia social se encamine por los primeros brotes de la negociación extranjera. En la extrema derecha, surge un pequeño callo que interviene letalmente para concluir que, no por demasiado celebrar la misa de los Santos Alegóricos se detendrá a conocer el vaso de agua o a comprender cómo ha acomodado los bloques o si tiene o no fijaciones excesivas que comentar con su breve psicoanalista.
La verdad es que lleva secretos ignorados en la parte trasera, con una compensación efímera de estampas rurales que se han desdoblado en primeros pasos, o conversaciones implicadas que le enfrentan, apaciblemente, con su primer negocio fatuo, y que convienen más de garganta que de irrigación.
Por lo mismo, se encuentra. La posición más aletargada acostumbra. El proceder se ha caracterizado. Y como si uno fuera dos, se adviene tres y se ennumeracolegial, saludable o fortuito de primera generación.
Los aceleradores de partículas han intercalado, entre las brazas ceremoniales de sus propios ritos y sarcasmos, una gaviota enamorada de un fuste anecdótico, gracias a lo cual el hambre ambivalente desespera la primera etapa de su propio roce. Al fin y al cabo. En el puesto sin embargo, se han atrevido, entonces, a prometer primicias y diversificaciones; sin lo cual la cerradura podrá hermanarse directamente con la yuxtaposición que se ha convertido en palabra de uso común.
Ya que el resto se ha vuelto adusto, llaman a las hacedoras de metal previo, y como si tuvieran un pistón aludido, se quiebran como las sombras de un tal final comprensivo, y después de que marquen las siete, con el valor de trastornar la incursión prosaica de un pulmón sagrado, transcurre el velamen y se rompe el.
Así, como si sí.
30.5.08
Creo que me he
De entre los dieciséis o diecisiete niveles de agresión visual, existen seis o cuatro que han desaparecido de entre las sombras para promoverse efímeros, mientras que la banda alcohólica pierde nociones de tiempo y espacio bajo el vaso y la intransigencia vacía. No quedan, pues, informes solitarios ni negaciones con las cuales uno pueda empezar a reír; al menos eso informan los procederes marítimos y, como si el cuero tuviera que ponerse de pie para recibir a las primeras albricias de un motivo significativo, las ornamentaciones vanas no podrán escaparse de los primeros brotes de alegría y fulgor que el llamamiento viene a adherirse por ser manco o tieso.
Así, hay quienes informan y quienes coleccionan. De entre los disfraces que provee una época determinada, podemos recoger los primeros adheridos a la cara y persuadir al soñador de que, a pesar de sus ambivalencias inconclusas, un poste puede convertirse en remolque siempre que el cegador vaya al principio de la fila y no decida vestirse con merengue o playera desenfrenada.
Por lo demás, acontece que la razón es diversa y los primeros anecdóticos solecismos no tienen base fundamentada sobre la cual inscribirse debajo de la sombra o contra la ignorancia vamos todos.
Así, encadnado a la idea de continuidad, pierdo el ritmo que sería impreciso si se tuviera un primordial objeto de. Asíntota malherida que se ha despedido. Barco. Comején disuadido y prosaico en vano. Locomotora es más iluminado que la remembranza categórica de un primer triunfo. El razón y sus ciento cincuenta siluetas que han desgajado con placer y pertinencia el primer abismo sulfúrico, mezclado en vano de puerta sobre la aventura anfibia y detrás de sus primeros horadados han decidido partir; pues detrás de la alegoría tiende a desaparecer y nombra a su compañero mártir o pellizco en la nariz; que acabado está en cunto tuvo que deshacerse de la primera etapa de su cuerpo que vio dormir a placer y disgusto que le ocasionó aquella tarde en la que el pelotón ignoraba cómo debía proceder; si alabar la esperanza foránea de un preciso numencial, o si en la hora decidida se tornase afilado y negado como si se hubiera marchitado meses antes un ácido renal en la primera voz.
El prometedor aguarda en los rincones. Desde allí semira y concluye: esto no es solamente un paseo por las aventuras de un ínfimo jornal; sino que debe terminar por ser, encomendado a la tornasolada decencia, implorado, sectorial y mensajero de la fórmula matemática que los científico han implorado a la colección de ideas del universo: más metafísico no podría gobrnarse a sí mimo:
Universo que se conoce a sí mismo a partir de sus fragmentos: sus pequeños humanos.
Gracias
25.4.08
Incremento del tiempo
Quizás si uno tuviera más adiestramiento como para conocer la decadencia del Prometeo, podría incluirse en la lista englobada que le ha de proveer ambidiestros y saltimbanquis, debajo del camisón, sólo por ponerse bonito en el espejo y reducir, en el polvo y la ceniza, la deshauciada fijación que le ha incluido dentro de sus siete grupos negables.
Desde que el recorrido se ha vuelto esotérico se ha olvidado, por ejemplo, la condición de arenque en el palacio chino; y después de negar abruptamente la conexión enigmática de un precipicio abnegado, tiene que describirse con nuevas nueces el descartado anfibio que le provee rémoras en primeros cambios bajo el cielo-mar.
Pero nada más escurridizo que el renovado espíritu de su premonición, y ya que estamos en mercado de palabras, habría que recordar que no se han registrado todavía los últimos diálogos inconclusos como parte de la obra cincuentenaria, y que se llevan de carrera los primeros acabados, bajo el ansia, sobre la axila, y contemplado fuste amígdala ansiolítico sensorial patio divino.
No ha acontecido el discurso; se le considera estructurado sólo por poseer primeros ocres o vacíos encontrados en las camas y escamas. Jóvenes adustos se han reunido anoche para rememorar los primeros diálogos con la verdad; de ahí que se renueven con tanta claridad la posibilidad de convertirse en plata, oro, conexión de alta velocidad o tortuga ecuménica.
Por debajo de los hombros, se esconde la rata e incluye, dentro de su metonimia, el nombre palindrómico que posee sus fascinantes huesos, y que sirve más de plétora que de calzón corrido.
Pero ya verán cómo es que se renuevan las inversiones bajo el agua después de que la fuga se haya inculcado, o debajo de la alfombra se le tenga por concluido el ritmo, la memoria, la liebre, y sus primeros -y jamás negados -golpes acuáticos del destino.
Antes sería de espuelas, sin parto. Lo que lleva ambivalente no es el recuerdo, sino su propio set de televisión armada.
El llano ya no.
14.4.08
Porno Reír
La elocuencia que gobierna la razón anecdótica tiende a rememorar los parisinos cuerpos que han de desgastarse bajo la sombra de ese sol que anuncia la llegada del anclaje. La superposición de verbos se adhiere a la creencia inicial de que los roncadores han acontecido debajo de las narices averiguadas y sin que se les muestre el verdadero camino a casa, influyen negativamente sobre los signos acumulados y se desgarran por debajo de los huesos, acaso para parecer fosas nasales, o bien, para prometernos disfraces más adustos que la mirada alejada de un frijol enramado.
Por más que se le integre, no podría resultar si en su propia sede se le ancestraliza su proverbialización. No habrán dueños englobados bajo la cena del supurador. No englobarás raíces efímeras en la propia comercialización. No encontrarás huellas diseminadas sobre puras y blandas persuasiones, más allá de tu propia ignominia. No hallarás razón suficiente... jamás. No encomendarás a las murallas a que se rocen con disfraces ignorados o debajo de las siluetas ocupadas por uno o dos sueños alegóricos de lo que sería si. No santiguarás la profesión ajena. No discutirás sobre razones inconclusas, salvo cuando poseas información suficiente. No negociaras el cambio bajo condiciones gobernadas por Ullos. Las hojas podrán redimirse, siempre y cuando desde la bicicleta se les proponga matrimonio. Con los cuerpos prosaicos nombrarás la rozadura de tus pieles, y en el ambiguo ambivalente correrás debajo del lago, para persuadir, promover, licenciar y corresponder a la raíz y a sus huerfanitos.
Por lo pronto es necesario incurrir en. Acumulo primeros. Socavo la. Adhiero un incluso parto. Dos. Bajo.
10.4.08
Todo colesterol se hace prisionero de su propio llano
1.4.08
Extraño Partido
El pie le queda grande y compensa, como si fuera vez primera, la gobernada selección que se le ha aparecido para renombrarse. Ante todo, el comentario es grave y sin incredulidad pierde mente en cambio de frustración.
Acapara, sin cesar, la camilla y sus comerciales; ignorando acaso la blandiente atmósfera de luces que ilumina su conciencia derramada. De ahí el vaso. De ahí a la colina y sus huesos. Mas no podría compensar con suficiente alegoría sin que antes se tuviera razón de ser o de nombrarse apodo o Apolo. En todo caso conviene recriminar al bote sus primeros organismos y posteriormente desplazarse en línea recta, como dictan los cánones, según se adquiera más pasto en el conejillo, o conforme el alcance anecdótico vaya haciéndose cierto, bajo la almohada, debajo de su propia sombra.
El punto es aparte, y gracias a éste se ha configurado el cerebro en instantes; gracias a la compensación que el párrafo hace con respeto de su igual, y se nombra distinto, aunque para editor mancha de sangre es mancha de sangre y punto.
Es punto.
Como si se tuvieran nueces demasiadas como para castigar lo suficiente al uso o a la costumbre, se le alecciona e informa colegiadamente, mediante recurso literario o carta dirigida al presidente de la federación, que el incauto simple que ha sido poseedor de la torpeza ahora debe comenzar a digerir platillos en cambio. Austral o Barricundo se advierte el silicio en sus dedos e influye netamente sobre el traste ceremonial con el que golpea a ciencia cierta su propio disfraz de oca.
El doble apuesta, y se dice que por el centro existen oberturas que se conocen más fríamente que un simple vaso de jugo de naranja. De ahí el miedo: no poder encaminarse a la trituradora antes de que el comercial se atenga a su propio marisma despiadado de primer abrazo o beso de Judas.
Por su parte, Satán implicado y considerado acuático, provee de más refuerzos en el bote macedonio y, con la computación ignorada, deshaucia sus primeros goznes en primicias gubernamentales.
El punto es aparte.
26.3.08
Como Si Cupieras
El comensal se distiende sobre el cuchillo aguado y dispone el diente macerado con piña desde hace siglos atrás. Como si tuviera urnas en los callos, repone el discurso y se mantiene distante; con los pies cruzados en un primer movimiento de aleteo y sus rubicundas fauces distraídas, pues ha perdido el hilo de la conversación y el sifón no es lo suficientemente amplio como para prometerle mejores congojas que un sacerdocio efímero. Con la vista turbia y los sentidos artesonados, discute lo que será sería si fuera o es. Concluye y su enemistad profunda con el vaso de agua se convierte en fiesta de disfraces.
Ahora todos deben callar. No al menos para quienes corrijan los próximos iluminados de entre las pantallas solares. El comedor integra, dentro de sus propios cajones, el cardiovascular rumor que se fustiga con nitidez bajo la pantalla clara de un cerdo armónico y sus composiciones deterioradas.
La tambora pierde el ritmo con el cual puede pernoctarse y se demora, quizás lo suficiente, como para decir que cómo será si fue o es, y cómo es que podrá proceder en cambio desde que. La numinosidad con la cual insufla sus procederes se ve afectada nítidamente por los primeros brotes de malaria en sus avestruces, razón por la cual se extiende en ritmo y se avecina en banco, y con la pena ajena se distrae y reembarca a sus orines en un pulcro devenir de instantes más actualizados que una versión pre-post-superior de sistema operativo, gracias al cual intuye (provee) que la localización satelital no le será afable, a no ser que se diluya en compensaciones y ocasos más tarde o más temprano que un locutorio voraz.
Como si tuviera peso suficiente, entonces, cría con sus propias negaciones el reencuentro prosaico de la voz pasiva, con lo cual se inscribe dentro de los primeros lugares de la línea, y con ello garantiza el pulcro proceder con el que renegociará la deuda externa, o con lo cual podrá columpiarse en distritos no más enteros que su propio gorrión, aunque sí más adecuados que sus negativos trascendentales.
Dice y ha. Corresponde. Marino. Gladiador. Solventa y acude.
25.3.08
Mordisco a un segregado
Por tales motivos, y gracias a la comprensión lineal de la forma, he detenido la batalla hasta rememorar el incauto gobierno que se ha acaecido con borlas y suculentos trotes hasta descansar en los brazos alegóricos de mi propia timidez. El negocio es lacrado con sellador y se le advierte que será ínfimo mucho antes de que la gloria se le carcoma por entre los dientes.
El falo socrático posee mayores tiznes que su propia oración y, gracias a la compensación ilusoria de lo vano, hubo de multiplicarse hasta las nueces, so pena de morir de asco dentro de un diccionario de la lengua anglosajona.
No hay nariz más inacuta que el gobierno propio de la auscultación ignorada por los primeros hombres. Aquí se le pone un verso de puntillas y ya adquiere mental signatura desde que el romero se le escabulló y dizque pretenda salir de los primeros diálogos, ya podrá esconderse por debajo de las aceitunas o por detrás de sus pesadillas.
En todo caso, el comentario tiende a relacionarse con aquello que le dota de pinza y que no es más pulcro que su propio vaso de agua. La cegación de un comentario es precisa para el renovamiento espiritual de la especie. No hay doctos ni hombres, señorías, en las haciendas, que se hayan catalogado en los suculentos libros de recriminaciones tiempo antes de las formaciones gaseosas de sus propios fustes y vinagretas.
Por lo mismo, seccionar el cadáver en su parte instantánea no puede rememorarse antes de que el gobierno mismo de su propia simiez se le advenga en primordiales trotes o en hallazgos pulcros por debajo de la similitud acuática de aquello que podrá-ser.
El cantábrico tiende a diseminarse en primeras voces y ya están listas las señoritas con sus empuñaduras y los ocasos debajo de sus pantorrilas para que el goce lunar les sea confabulado o ennervado por su propio crimen o seno adjunto.
El llano se alimenta de frases célebres y ya tiende a volver con sus coces al ruedo;le atora, le agalla, le rifla, y con el incauto entrometido, se le asiente.
13.3.08
Lo que el desperdicio cuadró
Estudios recientes de la universidad de Santo Juana Incauto Borral, implican que, de disminuirse la cantidad de esoterismo en la testosterona del macho cabrío, se podría procrear una serie infinita de números que, después de seguirse mediante la unidad, se multipliquen por su propio valor intrínseco, mismo que sólo puede obtenerse a partir de la cápsula de Gauss y sus comerciales amorosos.
No es de detonarse lo suficiente si uno busca en vano por dónde puede encuadrar la selección natural; o si es acaso un mismo delfín quien habla en contra de los primero tiempos. El caso es que volverse a menudo tiende a disminuir el llanto en hombros y se le considera -o se le podría enturbiar -ambivalente si es o no un gramo más tarde de lo que será conveniente partir, suponer o embriagar.
Título de la canción incluye, en sus dos primeros trances, el símbolo sagaz de una alegoría ventajosa: la ostra acumulada en los primeros visitadores ha crecido más de cuatro centímetros de ancho, lo cual es fase subyacente para que, en posteriores estudios, se le considere pulcra o binomial, sólo por gobernarse en diferentes ángulos y con premoniciones de tamaño prosaico. Pues la colección de órganos ha disminuido desde que el Germanio puede complementarse con el Silicio. En todo caso, el nombre, la memoria y el sustrato sódico son placeres carnales que, más allá de proveer al organismo de tabernas ocultas y septentrionales anfibios, le incluye un boleto de entrada al pasillo de su preferencia y un columpio sacramental, mismo que podrá intercambiar por estampillas una vez que se asemeje el cambio. El convertidor analítico es fundamental para la servidumbre y, gracias a la integración inocua de un ambidiestro sencillo, se habrá de proceder al corte, no sin antes negociar la posible solución al conventillo: se tendrá o no un armario. En todo momento se incrementa la velocidad del canto y, con el placer que convierte a aquél que derrumba con sus crines el prosapio ventajoso, se le considera fascinado y, con ello, se le tiene por comercial, antiguo, propositivo o enumerado.
Hasta que el viento le separe, y hasta que la gracia le cuente de diez a cero, será permanente y secuencial. Como cambio de cadena y señal implícita del funcionamiento ficticio de un tabernáculo cadenero.
El yo se trastorna en primeros horarios y, gracias a la conversión del franciscano, se le advierte que será soñado, sólo en caso. Gracias al hecho. Ahora, cunde.
12.3.08
Terso
El oratorio se ha descendido y, con la cita adherida al llamamiento del protagonismo etéreo, vendrán a iluminarse con mejores disfraces y mayores mercurios los ciclos olvidadizos que se habrían despierto si, o cuando podrían por favor obtenerse en cambio.
El rubicundo y ceremonioso señor penas ha decidido brotar de dos a tres veces por semana, en busca de un triturador de encomiendas, y en la acera podrá prometerse un descuento de filamentos en capacidades de igual desmejoramiento de lo que sería dable observar si.
Puesto que he decidido vencer al comendador, y le he propuesto que siga discutiendo con los más vanos solipsismos, he decidido, asuvez, promover a los tiburones a enjambres de conocedores y, después de que la acera les dibuje los esqueletos, podré disuadirme de lo que acontecerá en cambio o si precisamente podré colocar los primeros goznes en un subrepticio aliento con el cual podrían más bien vegetar los alacranes.
Las yeguas se han erguido y los comensales tienden a disminuir, en off, los primeros abrazos de la sinfonía. El augusto satisfactor de espacios se ha desvestido en goces puros y, gobernado quízás por los ángeles primeros, modifica su estrutura ósea para parecerse, previo e indeciso, al enfermo volador que le ha descubierto en sus primeros años.
El tinto le era favorable. Le hacía un bello muladar la colación. La conejilla se había adiestrado lo suficiente y ya era hora de comenzar a arremeter en contra de los primeros jaladores de esperanza. El día que se cubría de humo no era suficiente para llegar primero. La canción se destapaba y, con trastabillos furibundos se desalojó el primer comercial de panfletos, con lo cual se pudo convencer al primero de que sería si fuera, o de que será si fue.
En todo caso, el estribillo se corría en disfraz de comentarios y, con el precavido tenedor se le prevenía de sus estudiantes fundamentales.
Fue así como se le convenció. Y de ahí en adelante.
11.3.08
Dossier
Tanto he tenido que batallar en contra de lo que superficialmente contiene un cerro de golondrinas, que con sólo promover menos incautos y seleccionar las matrices gobernadas por los interlocutores, provendrán a satisfacerse, restregando la entrepierna y gobernando las distintas islas donde el sorprendente señuelo ha tenido comezón en la oreja izquierda.
Es de comentarse que, después de hallado el comején, las ardillas sostienen que un ciclo de vida es suficiente para contonear el crimen simpático gracias a lo cual los eucaliptos forman grupas anecdóticas, gracias a las cuales mejor y más salvaje menstruación podrán obtener sin que se les goce por haber sido las primeras diez.
El convertidor de monedas todavía se discute entre la cantinas y los perros husmean las cavernas que han precavido instantes antes de haberse puesto las córneas y columpiado los primeros versos con los cuales podrá objetarse que, descendientes de un difícil tugurio, son ornamentos más disfuncionales que una prensil vocal o sus monederos turbios.
¿Cómo es que se han enclaustrado en tantas y tan primordiales sobredosis de calamidad? Pues sin embargo podría decirse a sí mismo que, sin querer le ha dado un nuevo motivo para enamorarse. Lo mismo ocurre sin que traigan las velas y las formaciones eclesiásticas, pues los nombres del paladar no poseen mayores ornamentos que un disímil secuenciador y tres pesos perdidos en la chamarra del tío abuelo.
Comentario al margen:
Comentario siguiente: por menos madrugador que sea el día, yo habrá de comentar, firme y simplista, que las negociaciones promovidas con glotonerías sirven, en primera instancia, para dar de comer al burro prosaico.
En segunda base se encuentran los primeros fijos de entre todos. Las procreadoras de encantamientos discuten si serán o no menores los presagios y melifluos los gobiernos que se caracterizan por haber sido anecdóticos o esperanzadores.
De acuerdo sirve un par de copas y enciende el metonímico. Allá, a lo lejos, se escucha la música y plegaria del jazz absorto donde se ajustan los botones del volumen y se tienden las trampas entre los primeros ratones ratonzuelos conejillos de indias para dibujar, con sus sonrisas alegóricas, los primeros trazos del mundo visible.
Nace el cuero cabelludo que cubre las primeras ideas; luego uno, calvo, promete diferentes enfermedades a cruzar, tiempo antes de que los gobiernos le obliguen a formarse o formar nuevas distracciones.
El hombre se cuenta en la historia y se distribuye equitativamente en las diferentes fechas que ha gobernado exclusivamente para ello. Posteriormente se atribuye su primer cancionero y después gime que será adiestrado o visual lo que podrá ofrecerle mejores guisos y hacinados placeres en el paladar ilusorio que refrenda su propia imagen y memoria; pues ya desde allí, los primeros tienden a deshacer el mundo en trocitos de hielo que cubren con sus bebidas alcoholamiacas y sucumben ante el primer lápiz que les otorga el excremento alienígena partido en cuatro.
Lo inconveniente es sobrar. De ahí el abcdef
7.3.08
Primera objeción
Lo visto ocasionalmente procede desde la renegociación del campo efímero y hasta la complacencia del permanente y simultáneo globo ostentado en la frecuencia cardiaca del simio comercial.
Habrán premoniciones más ligeras y comerciales.
Sustituir tornasolados páncreas y converger contra los mercados alimenticios, gracias a los cuales todavía es posible estallar en off, sin que el compulsivo senador pueda retraerse de sus discursos septentrionales.
Habrá de manejarse menor línea y culpabilidad si se tendrá o no prosaico el malecón, o si el maletín guarda sus pertenecias en la bolsa de valores acostumbrados.
Promover la tentación y sumergirse en el vano deseo de rozar la pena es actualización de remembranzas, tiempo antes de que la golpiza sea equidistante o prestamista. El asunto es diferente, y gracias a ello todavía se pueden comer ciertas especies marinas de andróginos, que han establecido diferencias entre los celadores y sus distancias inocuas.
Habrán notorios compulsivos y senderos ocasionales. Mientras tanto, osará el roce la frustración de su propio moho y la categoría sobre la cual su especie otorga nuevos o cómplices beneficios se complacerá en presentar, conocimiento ajeno, el discurso alimentado por la voz en off que narra sucesos; uno detrás del otro, sin cortes ni mecanismos pulcros y fanáticos como la laceración del collar en cambio o la persuasión de un resquicio sólo por promover mayores o mínimos adulterios con lo cuales subyacerá, firme y actualizado, tal y como surgió en el telón trasero: con basamento y filamento.
El resto concierne al historiador y sus permanencias. Lo que será es.