23.6.08

ex preso

Sifón marino gobernado por el sacritán Fernando. En la lata de aceite se esconden los primeros jabos que ocultan el tenebroso simiente de su estirpe secreta.
El llanero se adjunta los primeros tiempos y debajo del camisón floreado recubre asimismo sectores y campesinos en el hallazgo numencial.
Cada vez que asemejo la página se me advierte que los frenos no son convencionales y que la ruptura es perentoria, siempre y cuando la alegoría tienda a distraerse de la memoria fugaz.
Desde la trinchera en la que el gavilán ha parido, los ornamentos distantes tienden a rememorar las partidas de dominó, en las que cúmulo y conexión van engarzándose para procrear diestros, debajo de la cera y defunción prosaica. La palabra vacaciona:
Anfibio prosaico veraz anecdótico pulcro simiente negado último paso denuedo marino corsario jalado empalar incauto gobierno sacerdote hija grupo acera distante jovial lleno adiestrado muerto hacinado falocuente viernes suburbio ignoto marciano silueta adormecido llana prosaico gobierno sabihondo gubernamental tirante de la falocracia se advierte su primer libro intitulado.
Es demasiado bisonte si cree que los rembandt son capaces de sustraer la piña del adiós. Uno tiende a memorizar las categorías y se pierde bajo las faldas de la sulfura.
Abismo silueta: aconteció de pronto que, debajo de los anfibios solitarios debía de engañarse a los forajidos, de modo que debajo de las lagartijas suenen los pantalones prosaicos y sensoriales, donde las caderas silenciosas van animándose lentamente a yacer en el cago nota usada en mano de extranjero a cambio de montículo terrestre en abismo sofocado. Adinerado solicita manicomio para proceder a la configuración del universo. Alomaníaco indulta postres en el salón de belleza. Mas sin en cambio, corrige esa falta de ortografía y se advierte a sí mismo que será o no poluble, cual anagnórisis seleccionada en el falo nombrado como si uno fuera dos y el marinero se hubiera lamido los pantalones sin embargo.
Acabo de nacer. Necesito agua. Huracán.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Impulsado por la fe marina en el galeón salvaje, descuento los ardides que habrán intercalado en el primero de mayo, después del arrecife, tiempo antes de la hoja de cálculo.
Entre los primeros comentarios que se han acidulado, el decantador escribe sustantivos debajo de las axilas. Quizás por eso parece remembranza. Pues advierte que la incomunicación directa de la vértebra con el inquieto parche de la voz floral, tiende a diseminarse en foros y subestaciones de callo aguado.
Lo que rompe sectores impelidos por la nebulosa es el quizás adusto mencionado que se ha alimentido como si tuviera secciones alienígenas en su poro derecho.
El sazón, entre los panes, no se pierde si queda mezclado en la cárcel con el moho blando y el segmento lineal correspondiente.
La fórmula de la aguja sólo puede resolverse a partir del axioma T. El resto de la canción es historia.

Ciruela dijo...

Mientras tanto, escuelas de peces deambulan por las profundidades, las estrellas de mar y los gusanos, deambulan por el suelo marino, porque no tienen una columna vertebral en busca de un bocado. Una familia de delfines puede alcanzar hasta 80 pies de largo, se encuentra en un arrecife un grupo de atunes pasa de largo que no existiría el mundo que conocemos.

Anónimo dijo...

por lo visto, se adhieren sucedáneos botes en la esquina pancita elocuente, donde gobierna el cáñamo su primer adhesivo.
Como descomunal asado, tiende a diseminar el postre en ventajosas caluminas, siempre y cuando.
En objetar la persuasión alienígena de lo etéreo, se nos han distraído los brotes ambidiestros de la forma y, con gracia y espanto, no puede hablarse más que de moños.
Adecuado es, entonces, renegar de la solicitud anfibia que conlleva al cese inmediato de las funciones imploradas, y a gobernar con avidez el silicato de amonio, con pubertas flores en el rincón del pato.
adhiero.