25.4.08

Incremento del tiempo

Por la cámara se adjuntan los innecesarios páncreas que se han abultado en el disímil organizador de plétoras substanciales, y que sabe cómo remover una espinilla sin recurrir intruso a la renegociación de la deuda externa.
Quizás si uno tuviera más adiestramiento como para conocer la decadencia del Prometeo, podría incluirse en la lista englobada que le ha de proveer ambidiestros y saltimbanquis, debajo del camisón, sólo por ponerse bonito en el espejo y reducir, en el polvo y la ceniza, la deshauciada fijación que le ha incluido dentro de sus siete grupos negables.
Desde que el recorrido se ha vuelto esotérico se ha olvidado, por ejemplo, la condición de arenque en el palacio chino; y después de negar abruptamente la conexión enigmática de un precipicio abnegado, tiene que describirse con nuevas nueces el descartado anfibio que le provee rémoras en primeros cambios bajo el cielo-mar.
Pero nada más escurridizo que el renovado espíritu de su premonición, y ya que estamos en mercado de palabras, habría que recordar que no se han registrado todavía los últimos diálogos inconclusos como parte de la obra cincuentenaria, y que se llevan de carrera los primeros acabados, bajo el ansia, sobre la axila, y contemplado fuste amígdala ansiolítico sensorial patio divino.
No ha acontecido el discurso; se le considera estructurado sólo por poseer primeros ocres o vacíos encontrados en las camas y escamas. Jóvenes adustos se han reunido anoche para rememorar los primeros diálogos con la verdad; de ahí que se renueven con tanta claridad la posibilidad de convertirse en plata, oro, conexión de alta velocidad o tortuga ecuménica.
Por debajo de los hombros, se esconde la rata e incluye, dentro de su metonimia, el nombre palindrómico que posee sus fascinantes huesos, y que sirve más de plétora que de calzón corrido.
Pero ya verán cómo es que se renuevan las inversiones bajo el agua después de que la fuga se haya inculcado, o debajo de la alfombra se le tenga por concluido el ritmo, la memoria, la liebre, y sus primeros -y jamás negados -golpes acuáticos del destino.
Antes sería de espuelas, sin parto. Lo que lleva ambivalente no es el recuerdo, sino su propio set de televisión armada.
El llano ya no.

14.4.08

Porno Reír

Tumultos designados por las ambiciosas manos se han derramado debajo de los ornamentos y, con el corazón dispuesto se han aparecido, llanos y sulfuros, para apercibir un compensador de propias seccionas y disgustos. La plataforma elegida ha sido denominada "Cántar", y por ello, en la propia creación se le han inculcado dones y placeres en primeras personas, bajo la huella digital de su propio peso.
La elocuencia que gobierna la razón anecdótica tiende a rememorar los parisinos cuerpos que han de desgastarse bajo la sombra de ese sol que anuncia la llegada del anclaje. La superposición de verbos se adhiere a la creencia inicial de que los roncadores han acontecido debajo de las narices averiguadas y sin que se les muestre el verdadero camino a casa, influyen negativamente sobre los signos acumulados y se desgarran por debajo de los huesos, acaso para parecer fosas nasales, o bien, para prometernos disfraces más adustos que la mirada alejada de un frijol enramado.
Por más que se le integre, no podría resultar si en su propia sede se le ancestraliza su proverbialización. No habrán dueños englobados bajo la cena del supurador. No englobarás raíces efímeras en la propia comercialización. No encontrarás huellas diseminadas sobre puras y blandas persuasiones, más allá de tu propia ignominia. No hallarás razón suficiente... jamás. No encomendarás a las murallas a que se rocen con disfraces ignorados o debajo de las siluetas ocupadas por uno o dos sueños alegóricos de lo que sería si. No santiguarás la profesión ajena. No discutirás sobre razones inconclusas, salvo cuando poseas información suficiente. No negociaras el cambio bajo condiciones gobernadas por Ullos. Las hojas podrán redimirse, siempre y cuando desde la bicicleta se les proponga matrimonio. Con los cuerpos prosaicos nombrarás la rozadura de tus pieles, y en el ambiguo ambivalente correrás debajo del lago, para persuadir, promover, licenciar y corresponder a la raíz y a sus huerfanitos.
Por lo pronto es necesario incurrir en. Acumulo primeros. Socavo la. Adhiero un incluso parto. Dos. Bajo.

10.4.08

Todo colesterol se hace prisionero de su propio llano

Investigaciones recientes de la Universidad Diversa del Peso Firme y Adusto, han quebrado los lineamientos que establecen límites claros y consistentes, mismos que se han declarado en contra de la corrupción de la carne y los delincuentes fugaces que se establecieron en diversas rutas, agazapándose al trato y a la anfibología de su propia negación.
Sacrificio horadado no es primer crimen anecdótico, pues desde que los macarrones se lanzaron a batallar contra los escarpones, ya no pueden glorificarse los especiales de televisión; así lo reportó anoche, en conferencia de presa, el diputado artilugio de la vega, que se ha incluido en la lista de los temibles honorarios más buscados de toda latinoamérica. Desde su llegada a la comercialización de productos Pitágoras, no puede trasladarse en cambio y, por supuesto, incluye metonimias para hacerse creer superior al resto de las tortugas; pero ellas son más dinámicas que sus prejuicios y, por ello, le cobran la entrada cada vez que le miran englobarse con sus pesadillas antiguas o sus primeros conquistadores de llanos o perlas.
El manierismo hablado lleva a cabo primeras piruetas en su descubridor aleatorio y, gracias a la ayuda del comején rabioso y sus principales organilleros, se le ha puesto en bandera de planta su instalación efímera y fructífera que no todo cuanto tiene es suyo.
El hombre, desnudo de obligaciones, y Cristo emancipado sollozando tal y como si fuera asiático o corrector de estilo, aduce, intrínseco, que la copulación ilusoria de una nuez con su quesadilla no tiene más ocaso que la montaña china y sus festejos emanados por la sangre que corre en su propio cafecito.
El documentar desde la raíz a los iniciados puede parecer efímero, fructífero o ambiguo; en todos los casos, provee de herramientas con las cuales empezar  a figurar el verbo o, gracias a las composiciones ignoradas, proceder a recomendarse a sí mismo como prisionero o presidente de la tecnología senil o vergonzosa de la repetición.

1.4.08

Extraño Partido

Desplazarse en línea recta es inconstitucional, según el dictamen cierto de compensaciones falsas en la procreación sacra del mentado abismo. Por lo cierto se esconden los primeros dibujos del ser marítimo y se encuentran desollados, sin gritarse los nombres de las vajillas que se han lanzado con singular presteza y gozosa facilidad. El estriper recorre con la mirada el bar y sucumbe ante la tentación de verse seducido por aquella gorda; incluye en sus inventarios la iguana pasada y el comején seccionado con el cual incluyó su antología breve seis sacos de grano de harina y compensaciones malcriadas por el propio segmento.
El pie le queda grande y compensa, como si fuera vez primera, la gobernada selección que se le ha aparecido para renombrarse. Ante todo, el comentario es grave y sin incredulidad pierde mente en cambio de frustración.
Acapara, sin cesar, la camilla y sus comerciales; ignorando acaso la blandiente atmósfera de luces que ilumina su conciencia derramada. De ahí el vaso. De ahí a la colina y sus huesos. Mas no podría compensar con suficiente alegoría sin que antes se tuviera razón de ser o de nombrarse apodo o Apolo. En todo caso conviene recriminar al bote sus primeros organismos y posteriormente desplazarse en línea recta, como dictan los cánones, según se adquiera más pasto en el conejillo, o conforme el alcance anecdótico vaya haciéndose cierto, bajo la almohada, debajo de su propia sombra.
El punto es aparte, y gracias a éste se ha configurado el cerebro en instantes; gracias a la compensación que el párrafo hace con respeto de su igual, y se nombra distinto, aunque para editor mancha de sangre es mancha de sangre y punto.
Es punto.
Como si se tuvieran nueces demasiadas como para castigar lo suficiente al uso o a la costumbre, se le alecciona e informa colegiadamente, mediante recurso literario o carta dirigida al presidente de la federación, que el incauto simple que ha sido poseedor de la torpeza ahora debe comenzar a digerir platillos en cambio. Austral o Barricundo se advierte el silicio en sus dedos e influye netamente sobre el traste ceremonial con el que golpea a ciencia cierta su propio disfraz de oca.
El doble apuesta, y se dice que por el centro existen oberturas que se conocen más fríamente que un simple vaso de jugo de naranja. De ahí el miedo: no poder encaminarse a la trituradora antes de que el comercial se atenga a su propio marisma despiadado de primer abrazo o beso de Judas.
Por su parte, Satán implicado y considerado acuático, provee de más refuerzos en el bote macedonio y, con la computación ignorada, deshaucia sus primeros goznes en primicias gubernamentales.
El punto es aparte.