23.9.08

Medio Meddlio

Y de todo esto que ocurrió, sólo una nota permaneció en el papel.
Publico.
Luego adjunto.

17.9.08

Por lo Bistro

Acontecimiento literario. Resume en el páncreas la labor efímera de contenerse anecdótico. Gracias a la razón de ser-vir y de autopromoverse como abnegado en el ultimátum de las letras, ignoro si excluyeron del ritmo sagaz a la lectura perfecta o pretérita con la cual el servicio secreto ha concluido sus labores de construcción del poema.
Basta de entablar conversaciones con el hijo del ajo. Por lo visto, no se han enumerado los peces, sino que nos han prohibido martirizar a uno que otro acupunturista con nociones de tiempo y espacio. Por el contrario, nos han reanudado la conexión al globo terráqueo y es sólo gracias a la estructura de calles-callejones-noviciados que se puede hablar de manifestaciones culinarias como el San-Which, o el San-Daniel. Por lo prontonos han llenado de medallas y no basta con complacer al ave Fénix de que cruce su instinto con el de la biblioteca: por el alma se le escapa el pasado y yace,alegórica y ensimismada, como logotipo de un cartón de cervezas. De ahí su inmortalidad.
¡Que alguien me ayude a entender este desastre! Piden las autoridades, y en el cambio se les ofrece una cuenta discreta y un puro habano que les incluye coloraturas abnegadas y sincréticos pasillos por donde husmear las calificaciones. Escribe para escribir, me dijo el señor Pasado. Aquí le abrimos la puerta al gobernador del homúnculo y le permitimos poseer conocimientos que no por parecer ilógicos están fuera de contexto. Por el contrario: escribir y manifestarse como contracción de la cultura no es negar la relación existente entre un amarillo camino y un amarillo canario.
Por lo que a mí respecta, habrá que componer en do la felación que le han otorgado al papa y sus secuaces. Entre tanto forastero, han llegado a nosotros dos y tres noticias licencioas acerca del comportamiento del perro callejero y sus inconclusas fauces. No soy de quienes intentan establecer un juicio de valor. Tampoco soy capaz de enumerar hechos. No puedo convencer al público ubicado en la cabeza de que existe una historia clara y contundente como la raíz que se escappó de mi pecho hace cuatro días o como el pasado mañana como forma gramatical imperfecta.
Se le atribuye al investigador privado la selección de contribuciones: existe un mecanismo de selección y filtrado que permite la inclusión-exclusión de la palabra siguente dentro de la secuencia. Ilógico sería pensar que escribir es un mecanismo aislado. Por el contrario, establecer la relación entre lo anecdótico y lo categórico es la extremaunción que se le fustiga al chile y se embarga de oraciones como si tuviera resquicios de taller cinematográfico o de alusión al segmento de lo vano.
No puede hacerse ilusiones el pescado: a lo mucho, debe contraer sus músculos y convencer al primer ciudadano fructífero de que la lasagna no muerde por debajo de la almohada, o que convencernos de pasar el rato por encima de un cable de acero no es más convincente que notar en el paladar la sensación que encubre el helado de vainilla o la palabra "Cansado".
Atiborrar de excremento el estante tampoco es otorgar confusión suficiente: todo el conocimiento a un clic de distancia. La nota no se advierte en el cuello. Por el contrario: obliga al compensador a segmentar el prosaico amanecer: integrar los pedazos de la vista aislada: denominar el sol, la motocicleta, la arena, el lodo, la cárcel ilusoria y los demás pensamientos que trascurrieron a lo largo de un bistec encebollado. Junto con la dieta se le atora el cuello y basta ya de enfocar la atención a los objetos distantes, se dice el juez.
Denominar la voz es contar con el cuerpo: con el regreso de la inmediatez a la profundidad del ser. Más profundo: epidermis. Más profundo: arteria. Más profundo: tuétano. Mas profundo, átomo. Más profundo: la lógica: secuencia de pasos esperados para remover el instante creativo de su resquicio de destello informativo. La creatividad es un estero. Tampoco sirve para englobar las nueces debajo de las sábanas. Apenas si incluye territorios marítimos y debajo de su sombra se les acondiciona para verse como un estampado de hierro o un detractor ambivalente acompasado en la espera.
Gracias a Dios que existe.

3.9.08

La toma del Puro

Mira cómo canta, se renueva la posibilidad de hacerse saber, que novicio distraído no lleva ensordecedoramente lagartijas en los hombros, sino que florece en narices más profundas que la implicada categoría que se le inventa.
Despierta. Así como la luz se relaciona con la vocación uno advierte lo que será ignorado. Es más. Hasta la voz. El callo no se siente sólo sabe que será, pendiente de ser mí.
Hasta la corpulenta voz se escapa.
Y la razón se llama oración.
Quema, quema, organiza las soldaduras en el espacio sideral.
Conveniente. Incluso se revierte si uno se divierte en la fase lunar.

Entre las canciones uno implica, beneficios en la moneda y después se le convoca coleccionando la ornamentación del buque sentimental. pues hasta la colonia se advierte marina, y el comentario se rellena de salvado.
Distiende o atiende. El número de veces que la guitarra repite la postración del loco en su disfraz efímero. Locución abierta. Nomenclatura binomial. Desprende el orgasmo de su satisfacción inicial. Ahora, compensado por el índice de acoplamiento, canta y se renueva, como implorando a la cena que se localice en paz o se inviertan los papeles para mejorar la alegoría que tantas ocasiones uno compulsa contra el paladar abierto de la serie dos y quizás el arrullo no sea acoplarse, sino apenas rodar, como piedra en el estero.